Sentirse perdido, frustrado o decepcionado es parte de la trayectoria profesional de cualquier persona. En un entorno que cambia rápidamente, este sentimiento gana aún más fuerza, de manera que pensar en cómo avanzar en la carrera puede volverse más y más difícil.
Para salir de esta situación – en la que muchas personas se sienten estancadas o alejadas de su propósito en la vida – damos algunos consejos que pueden facilitar su desarrollo personal y profesional:
Desarrollo humano
En primer lugar, es necesario comprender de qué se trata esta etapa del desarrollo humano: adquirir las habilidades y competencias necesarias para afrontar desafíos particulares y profesionales. Pueden variar entre diferentes puntos y obtenerse de formas aún más diferentes:
Desarrollo personal
Vinculado a la autoestima, este pilar se trata de encontrar el propósito de tu propia vida y trabajar en él. Sin duda, requiere fuertes dosis de autoconocimiento para identificar fortalezas y debilidades y combatir los momentos de autosabotaje. La recompensa vale. Para ejemplificar, es posible traer un extracto del famoso libro “El arte de la guerra”, en que Sun Tzu afirma: “Conoce al enemigo y a ti mismo y obtendrás la victoria sin ningún peligro; conoce el terreno y las condiciones de la naturaleza, y siempre saldrás victorioso “.
Un método que contribuye a esto es el Plan de Desarrollo Individual. Básicamente, es un documento en que puedes establecer metas y objetivos relacionados con quién quieres ser y hacia dónde quieres llegar.
Desarrollo profesional
Invertir en cursos de especialización, estar atento a las novedades de tu área y encontrar formas de innovar son pasos imprescindibles para contribuir al avance paulatino de los puestos y funciones desempeñadas.
Además, la creación de redes puede ser una pieza esencial del rompecabezas profesional: manténgase cerca de las personas que contribuyen a su desarrollo y que pueden ayudarlo a adquirir las habilidades necesarias para llegar a la cima.
Los beneficios son muchos, tanto para usted como para las empresas que conocen este potencial. En cifras, una encuesta realizada por Sales Readiness Group muestra que las empresas que invierten en buenos programas de capacitación logran un desempeño un 52,6% más alto que aquellas que no invierten en capacitación o que brindan programas inconsistentes a sus empleados.
A partir de estos puntos, los profesionales de la nueva era deben prepararse para el futuro en torno a tres conceptos clave:
1. Lifelong Learning, o el aprendizaje permanente
Con las crecientes transformaciones provocadas por la tecnología, los profesionales tendrán que convertirse en verdaderos aprendices de por vida. El concepto, que ya debe ser familiar, muestra la importancia de valorar la formación continua de los profesionales, la capacidad de estar constantemente actualizado sobre las últimas tendencias e innovaciones del mercado, asumiendo un “sentido de pertenencia” en relación a la propia carrera. Si hace 20 años las personas todavía eligieron la profesión que tendrían toda su vida, estudios muestran que los profesionales de hoy tienden a cambiar su carrera en promedio cinco veces en sus trayectorias profesionales.
Además, los escenarios cambiantes y la adopción de nuevas tecnologías requieren un reciclaje constante y la necesidad de nuevos conocimientos y habilidades.
¿Y por qué esto debería ganar aún más fuerza en los próximos años? Un estudio publicado recientemente por Gartner muestra que el cambio en la cultura organizacional será uno de los principales pilares para la transformación digital de los negocios en la cadena de suministro, como se muestra en el gráfico a continuación:
Otro ejemplo de cómo se puede aplicar este concepto en el futuro se encuentra en un informe publicado por la Comisión Europea. El material tiene como objetivo orientar a los profesionales sobre las competencias digitales necesarias en los próximos años y une los dos conceptos (digital y aprendizaje permanente) de una forma muy interesante. El aprendizaje de habilidades digitales es necesario y susceptible de ser incorporado a la docencia en todas las materias, en cualquier etapa del aprendizaje.
2. Autonomía en relación a la propia carrera
Es fundamental que los profesionales empiecen a pensar temprano en su propio aprendizaje, incorporándolo en su estrategia de conocimiento y ganando cada vez más autonomía para hacerlo, en lugar de esperar a que la empresa ofrezca cursos y talleres internos para el desarrollo del talento.
Esto lo define Kathryn Sherratt, CFO y miembro del directorio de diferentes empresas, como responsabilidad relacionada con su propia carrera. “Mucha gente puede ayudarte cuando comienzas, pero debes dar el primer paso y tomar esa iniciativa. Necesitas tener una idea de lo que quieres lograr y de con qué quieres contribuir ”, dice.
3. Curaduría
Quizás el concepto más importante para un desarrollo profesional fructífero sea la curaduría. Una vez que comprenda la importancia de seguir siendo un aprendiz eterno y tenga autonomía y enfoque para desarrollarse, debe tener la capacidad de elegir qué absorber y estudiar, qué tipo de curso y contenido marcarán la diferencia en su carrera y lo acercarán a sus metas.
En un mundo con un gran volumen de información de fácil acceso, es común encontrarnos tomando cursos o leyendo libros que no necesariamente son ideales para nuestro proyecto de vida. En otras palabras, es necesario que el propio profesional establezca la información relevante para él y sea capaz de curar continuamente lo que realmente importa para su propia mejora. En este sentido, establecer sus criterios de selección es fundamental.
4. Tenga un propósito
En tiempos de cambio y crisis, es el propósito el que nos mantiene firmes en nuestro camino y en la dirección correcta para lograr nuestras metas a pesar de quaisquer imprevistos.
Un propósito bien definido también trae varios beneficios como la motivación, la persistencia y la resiliencia en la propia trayectoria personal y profesional. El resultado
es la satisfacción, según Mario Sergio Cortella en su libro “¿Por qué hacemos lo que hacemos?”.
Encontrarlo no es tarea fácil. Para ayudar en esto, Glassdoor, una de las principales empresas enfocadas al reclutamiento en el mundo, trae cuatro preguntas que los profesionales pueden plantearse:
- ¿Qué quieres traer al mundo?
- ¿Qué quieres hacer?
- ¿Cómo puede ir tu vida personal al mismo ritmo que tu vida profesional?
- ¿Dónde agregas valor?
Llevar la idea de propósito a la rutina ayuda a formar un sentido claro de perspectiva y colabora para obtener más oportunidades de éxito en el futuro. En definitiva, Luiza Helena Trajano la define como “la columna vertebral de una empresa”.
Conclusión
El desarrollo de estos cuatro pilares puede aportar importantes beneficios a los profesionales de cualquier campo. Hoy, los principales callejones que se imponen para ello son: la falta de comunicación y el desarrollo de soft skills, la cultura de la competencia en lugar de la colaboración y la falta de conocimiento disponible sobre la gestión dentro del área.
Para superar estos obstáculos, es fundamental pensar en construir tu propia carrera, yendo más allá de lo que habitualmente se ofrece en las instituciones educativas formales. Es cada vez más necesario contar con conocimientos multidisciplinares para saber dónde y cómo actuar, trabajando en equipo y estableciendo metodologías claras y fiables para superar obstáculos.
Superando estos desafíos, los profesionales estarán cada vez más preparados para lo que se avecina.
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